Así corría Juan Manuel Fangio en los años ’50s

En la década de 1950, la Fórmula 1 representaba un ámbito de valentía, innovación y riesgos extremos. En una era donde la seguridad en los autos era prácticamente nula, pilotos como Juan Manuel Fangio brillaban en las pistas con una destreza y coraje inigualables. Fangio, auténtico emblema del automovilismo, logró cinco campeonatos mundiales a lo largo de su trayectoria, un logro aún más notable considerando que compitió para cuatro escuderías distintas: Alfa Romeo, Maserati, Mercedes-Benz y Ferrari.

Las condiciones de las carreras en ese tiempo eran realmente peligrosas. Los vehículos alcanzaban velocidades cercanas a los 300 km/h, equipados con neumáticos estrechos, volantes similares a los de un barco, cascos de cuero y casi sin protección ante choques. Además, los tanques de combustible expuestos incrementaban el riesgo de incendios en caso de accidentes. Completar una temporada ileso ya era, en sí mismo, una hazaña.

Fangio participó en 51 Grandes Premios, obteniendo 24 victorias, 29 pole positions y cinco títulos mundiales (1951, 1954, 1955, 1956 y 1957), manteniendo un asombroso porcentaje de casi el 50% en triunfos durante su carrera. No solo enfrentó las limitaciones técnicas de su época, sino también la cruda realidad de una Fórmula 1 donde los accidentes mortales eran comunes.

Su dominio y maestría en las pistas convirtieron a Fangio en una leyenda, además de ser un símbolo de respeto y agradecimiento hacia los pioneros que desafiaron las extremas dificultades del automovilismo. Sin estos valientes precursores, el deporte no habría evolucionado hasta lo que conocemos hoy.