Los habitantes de la ciudad de Zhengshou, en la provincia china de Henan, se vieron hipnotizados por la demolición de una central térmica que databa del año 1953.
Trascendieron imágenes sorprendentes en las que la inmensa sede industrial se vio reducida a escombros tras un coordinado operativo para derribarla.
La central era un símbolo de la producción de energía de la región pero ahora su espacio será destinado para la construcción de un espacio verde que tendrá como objetivo contribuir a la estrategia medioambiental del gobierno chino.
Las autoridades del país oriental argumentan que la intervención no sólo mitigará las emisiones de carbono y fomentará el desarrollo urbano sostenible, sino que también proporcionará un nuevo pulmón verde para la ciudad.