La noche de cada 31 de octubre se celebra, en varios países del mundo, la fiesta de Halloween. Su festejo coincide con la víspera de la festividad católica del Día de Todos los Santos, que es el 1º de noviembre.
El significado de Halloween podría explicarse como la unión o cercanía entre el mundo de los vivos y el reino de los muertos. Sin embargo, actualmente se ha transformado apenas en una fiesta de disfraces. Niños y adultos que golpean puerta por puerta y reúnen grandes cantidades de golosinas.
Halloween es una fiesta de origen celta que tradicionalmente se celebra en países angloparlantes, como Estados Unidos, Canadá, Irlanda o Reino Unido. La celebración marca el día antes de la fiesta cristiana occidental de Todos los Santos.
De acuerdo a la Enciclopedia Británica, con la fiesta de Halloween tiene inicio la temporada de Allhallowtide. Esta dura tres días y llega a su fin con el Día de Todos los Santos.
La tradición cuenta que en la noche del 31 de octubre los espíritus visitaban las casas de sus familiares. Para que los espíritus no los molestaran, los aldeanos tenían que poner una vela en la ventana de su casa. Una por cada difunto que hubiera en esa familia.
Si había una vela para recordar a cada difunto, los espíritus no perturbaban a sus familiares. En caso contrario, los espíritus les alteraban la noche y les hacían tener aterradoras pesadillas.
El hecho de que esta celebración haya llegado hasta nuestros días -y con tanta popularidad- tiene una explicación. Esto se debe, en gran medida, al sorprendente despliegue comercial y la publicidad generada en el cine estadounidense.
Todos conocemos la frase “Dulce o truco”. También tenemos en la retina la imagen de niños estadounidenses andando por las calles disfrazados de duendes, fantasmas y demonios. La escena de los niños pidiendo golosinas a los habitantes de un tranquilo barrio se nos ha quedado grabada en la mente a muchos.
Para ser más exactos, debemos decir que la internacionalización de Halloween se produjo a finales de los años 1970 y principios de los 1980. Fue, como dijimos, gracias al cine y a las series de televisión.
En 1979 se estrenó en Estados Unidos y en el mundo entero “Halloween”, de John Carpenter. Esta película estaba ambientada en la víspera de Todos los Santos. El film se transformó en una referencia para el cine de terror, con numerosas secuelas e imitaciones.
Las actividades de Noche de Brujas van más allá del dulce o truco, o asistir a fiestas de disfraces. También incluyen tallar calabazas, encender hogueras, hacer bromas y juegos de adivinación, visitar atracciones embrujadas, contar historias que den miedo, además de mirar películas de terror.
En muchas lugares del mundo, las celebraciones religiosas cristianas de la víspera de Todos los Santos incluyen la asistencia a servicios religiosos. También comprenden el encendido de velas en las tumbas de los muertos.
Los ritos religiosos aún siguen siendo populares. Aunque, en gran parte del mundo, Halloween predomina como una celebración secular, en su forma más comercial.