Este fascinante fenómeno capturado en cámara lenta a 70,000 fotogramas por segundo revela la interacción compleja entre la fuerza del impacto y las propiedades elásticas del material de la pelota de golf.
Cuando la pelota colisiona contra la pared a una velocidad de 240 km/h, experimenta una enorme fuerza de compresión en el punto de contacto. Esta fuerza causa una deformación momentánea en la pelota, aplastándola y desplazando su masa hacia los lados.
Sin embargo, debido a la elasticidad inherente del material, la pelota tiene la capacidad de recuperar su forma esférica original después de absorber la energía del impacto. Este proceso se rige por los principios de la conservación de la energía y el momento, así como por las propiedades elásticas del material, demostrando la complejidad y la belleza de la física en acción en una escala microscópica y en fracciones de segundo.