Los residentes de Japón están acostumbrados a ver extranjeros pasar a toda velocidad por las calles de Tokio, subidos en kartings de un rojo intenso. Se trata de turistas que imitan el popular juego Mario Kart, pero en la vida real.
Quienes van al volante, a menudo, se disfrazan para parecerse a personajes como Mario, Yoshi y Peach, pero al mismo tiempo forman parte del tráfico del mundo real.
Se trata de una de las más llamativas atracciones de Japón en medio de su auge turístico, pero que también se ha transformado en una molestia para algunos lugareños. Por su parte, el Ministerio de Transporte aseveró que fortalecería las medidas de seguridad relativas a los karts. “Es peligroso, porque otros autos no ven los karts ya que son muy pequeños”, dijo un funcionario.
Las normativas propuestas requerirán que todos los karts tengan al menos un metro de alto y que la rueda motriz esté hecha de un material blando para evitar accidentes y lesiones. Entre las medidas más importantes, los conductores tendrán que ponerse el cinturón, algo que no era exigido con anterioridad.