Son razones de peso para la inversión que hará el ayuntamiento de París plantando 170.000 árboles que es un proyecto hasta 2026. Pero no solo se conseguirá absorber dióxido de carbono, también se mejora la calidad del aire y la gestión del agua de lluvia.
Otro de los beneficios tiene que ver con la preservación de la biodiversidad urbana. En la ciudad viven todo tipo de especies animales y vegetales que se benefician de un entorno más arbolado. También los residentes, que de alguna forma obtienen de los árboles, un barrera contra el ruido que visualmente es atractiva y reduce el estrés.
Por eso, París le está apostando a ser más verde al sembrar 170.000 árboles para 2026, eliminar parqueaderos para ampliar las zonas naturales y levantar el 40% del asfalto; algo que seguramente no le gustará a los conductores.