El crecimiento poblacional de las personas mayores de 65 años avanza a un ritmo más acelerado que el resto de los grupos etarios de la sociedad. La ONU aclara que una de cada seis personas en el mundo tendrá más de 65 años en 2050.
La contracara de esta realidad es que, al ritmo con el cual las personas se hacen más longevas, aumenta otra pandemia: la soledad. Y esto es un problema, ya que varios estudios han vinculado la soledad crónica y el aislamiento social con una mayor incidencia de enfermedades y un mayor riesgo de muerte prematura.
Bajo este panorama que impacta a nivel mundial, académicos de la Universidad Sheffield Hallam, en Reino Unido, y la organización Age UK Sheffield, de ese país, iniciaron la prueba llamada Planet Wellbeing, mediante la cual ancianos voluntarios están utilizando realidad virtual (RV) para determinar si esta tecnología le sirve para reducir la soledad.
En concreto, estas personas se colocan los cascos para realizar actividades tales como bailar, hacer ejercicio físico y jugar a las cartas, todo esto sin necesidad de moverse de sus hogares, y en un contexto virtual en el que se encuentran con otras personas de forma tal que tienen una experiencia social.
Incluso, con este sistema pueden “visitar” lugares que de otro modo no podrían, como países lejanos o sitios de difícil acceso, como un bosque o una montaña.