Parecido a un bolígrafo tradicional, aunque algo más grueso, un lápiz 3D es un dispositivo que inyecta plástico fundido permitiendo crear figuras en tres dimensiones. Es como tener una impresora 3D para principiantes en la palma de la mano, un producto adecuado tanto para niños como para adultos (ingenieros, arquitectos…).
Después de un poco de práctica, es posible diseñar figuras más o menos sencillas (según las posibilidades del lápiz) combinando distintos colores. Esto se puede hacer a través de los filamentos, los materiales que se insertan en el lápiz y que son como la tinta del bolígrafo. Pueden ser de PLA (ácido poliláctico), ABS (acrilonitrilo butadieno estireno) o PLC. Disponibles a un precio bastante asequible, desde 49 euros, fomentan la imaginación y la creatividad y también son ideales para entretener a los más pequeños.