¿Cómo se pagaba con tarjeta antiguamente? La respuesta es la validadora manual, conocida popularmente como la bacaladera. Y es también la razón por la que tantas tarjetas aún tengan grabados los datos del titular en relieve.
La tarjeta se colocaba en el lugar indicado de la máquina, junto a una placa que ya estaba fijada con los datos del establecimiento. Encima se ponía un recibo con tres hojas de copia donde se apuntaba todo lo que el cliente había comprado y el importe total.
Y con todo ello ajustado, se movía el rodillo (la pieza azul) de izquierda a derecha, haciendo que el número de tarjeta y los datos del titular y del comercio quedasen grabados en las tres copias del recibo gracias a la magia del papel carbón: una para el cliente, otra para el banco y otra para el establecimiento.