Una ley de los Estados Unidos, contenía lo que se conoce como “las palabras que crearon Internet” en su sección 230: “Ningún proveedor o usuario de un servicio informático interactivo será tratado como el editor o altavoz de cualquier información proporcionada por otro proveedor de contenido de información”.
Es, en esencia, un escudo de responsabilidad: no importa qué suceda, quién resulte herido o qué daño se haga, las empresas de tecnología no pueden ser consideradas responsables de lo que sucede en sus plataformas.
Los demócratas creen que permitieron que se propaguen las falsedades y discursos de odio en línea, y que no les dieron a las plataformas de internet incentivos para tomar medidas rápidas para detenerlos, ni lograron que rindan cuentas.
Los republicanos, por su parte, culpan a la Sección 230 por censurar los puntos de vista conservadores y otorgar a las plataformas en línea demasiado poder sobre el contenido que se destaca en sus sitios.