Uno de los más sofisticados spas del mundo, el SHA Wellness Clinic de Alicante, tuvo su origen en los problemas médicos de Alfredo Bataller, que logró recuperar su salud gracias a la medicina integrativa, en especial a la nutrición sana y curativa.
El spa ha dejado de ser sólo un espacio de aguas. Se le demanda un acompañamiento en la construcción de la salud desde las terapias complementarias a las médicas. Un tratamiento en uno de los mejores spas del mundo puede costar desde 400 dólares hasta cifras con varios ceros, según lo que se elija.
De la mano de la tecnología, el bienestar se reconvierte. “La inteligencia artificial empieza a proveernos de herramientas nuevas para obtener el perfil óptimo de necesidades de cada visitante –indica Bataller–. Se trabaja en dispositivos y con tratamientos que funcionan de adentro hacia afuera”. También se destaca “el boom de los masajes de oro para eliminar los desechos de la piel y ralentizar los signos del envejecimiento”.