Ninguno de los autos que esperan para correr la carrera de sus vidas son, lo que se dice, «normales». Esa es la consigna que mueve desde hace más 20 años la carrera Red Bull Autos Locos, la misma que este domingo volvió a Buenos Aires luego de su última edición en 2013. Acá los participantes son desafiados a construir un vehículo de carrera desde cero, sin motor, que pueda bajar por una empinada pista llena de obstáculos, curvas y saltos espectaculares.
¿Qué se necesita para ser un auto loco? La respuesta es simple: ser atrevido, ser bizarro y, sobre todo, ser creativo y proponer un concepto a través de una estética bien definida. Todo eso es lo que se puede ver mientras se recorre el espacio que le pertenece a los 30 autos elegidos que desde las dos y media de la tarde protagonizan el evento.
Esta pista de carreras se extendió desde Juncal y Carlos Pellegrini hasta la Avenida Libertador. El evento, al que se pudo acceder de forma gratuita, llegó a concentrar a más de 30 mil personas.